Tag Archive | "cafeína"

Café y Turismo

Viajar siempre es divertido, ver otros países, sus monumentos y a otras personas. Tomar una taza de café sentados junto a un hermoso océano o en alguna parte alta de las montañas, es divino. Pero imagínese: además de disfrutar de estas bellezas, también poder visitar los lugares y las granjas donde se cultiva el café. Estoy seguro de que les gusta la idea, pero antes de apresurarnos a hacer la maleta, vamos a hablar de algunos de los países que podriamos visitar. Nuestro punto de destino será América Latina, ya que aquí están algunos de los países más conocidos por su exportación de café:

Estoy seguro de que, al menos una taza de café brasileño hemos probado en nuestra vida. Así que el primer país para visitar será Brasil, especialmente estados como Sao Paulo, Minas Gerais y Paraná, que son los mayores productores de café en el país. Además podremos ver como los agricultores realizan su trabajo, y usted podrá visitar algunas fincas (granjas), por lo general ocultas a los turistas.

Nuestro siguiente destino no será difícil de adivinar. Colombia es el país con un café muy apreciado en el mundo. La parte más triste de esta visita es el hecho de que el café que venden en el país es de baja calidad, debido a que su mejor café se exporta al mercado de EE.UU. y Europa. Sin embargo, hay algunas pequeñas granjas que venden café a los turistas solamente, así que si tienes suerte, podras conseguir uno de los cafés de mejor sabor en el mundo.

Por último, y no menos importante, Costa Rica, un lugar atractivo debido a su clima hermoso y gente agradable. Este país tiene mucho que mostrar a un verdadero amante del café. Uno de los lugares de visita obligada, para los turistas de café, debe ser una granja llamada «Finca Rosa Blanca Coffee Plantation and Inn» que se encuentra en Santa Bárbara de la provincia de Heredia. Los turistas podrán observar el proceso del cultivo del café orgánico, la recolección, secado y procesamiento. Se le permitirá a usted, tostar y empacar su propio café, así como probar las diferentes marcas que se hacen allí. Y esta es la parte más divertida de todas, creo.

Y ahora sí, usted pude elegir destino para hacer turismo cafetero y  preparar ya su maleta.

Posted in NoticiasComments (0)

El arte del café

Hacer una taza de café siempre es un arte, aunque algunos lo consideran muy simple. Sin embargo, hay personas que tienen una actitud seria sobre este tema y estos son los baristas. Estas personas son profesionales en el mundo del café y conocen muchas técnicas para preparar una bebida buena, sabrosa y agradable a la vista mediante el latte art.

La posibilidad de preparar un café con leche, con estas técnicas, es una gran habilidad que requiere gran experiencia (la obra maestra no sólo debe ser bella, sino también sabrosa) y el equipo profesional que no está al alcance de todos. Entonces, ¿cómo se crea el latte art?.

Para hacer una obra maestra, el barista necesita las siguientes herramientas y productos:

Jarra lechera, cuchara, pequeño batidor, trapos limpios, punzones, termometros, tazas para expresso, taza con suficiente espacio (grande), una buena maquina para cafe expresso, buena temperatura en la taza, agua,leche, una espuma suave y burbujas pequeñas, y obviamente una buena mezcla de café.

Pues bien, el equipo está preparado, los materiales están a mano, ¿cuál es el siguiente paso?:

En primer lugar, llenar la jarra con una cantidad exacta de leche, suficiente para una taza. En segundo lugar, colocar el tubo de vapor de la máquina en la parte inferior de la jarra y dejar que el vapor salga, levantando ligeramente el tubo, de modo que quede casi en la parte superior de la leche. A medida que la leche empieza a hervir, ir bajado de modo que el tubo quede aproximadamente a 1 cm por encima de la leche. Tenga en cuenta, que no necesita grandes burbujas en la espuma, la clave de un arte latte está en la leche que se vierte y se mezcla con el café espresso. En tercer lugar, la temperatura durante su elaboración debe alcanzar los 80 grados, para luego llegar a 150-160 grados (el vapor a esta temperatura reducirá la dulzura de la leche). Cuando el trabajo del vapor se termine, retire el termómetro de la jarra y seque el tubo de vapor. En cuarto lugar, comenzar a verter la espuma de leche en el café espresso. Puedes crear una figura, dependiendo de dos métodos: El primer método consiste en ir manipulando el flujo de leche desde una jarra (conocido como latte art vertido libre). El segundo consiste en dibujar diseños con un instrumento (conocido como etching), con plantillas, polvos y la espuma de leche.

El dibujo que se desea crear es depende de tus habilidades de barista. Por supuesto, un barista apreciado debe ser capaz de crear lo que quiera. Sin embargo, hay varias figuras clásicas populares de todo el mundo. Por ejemplo, el diseño de la flor o «roseta». Hay numerosos patrones que comienzan a partir de un simple figura geométrica. Aunque es evidente que un experto barista debe ser capaz de crear cualquier diseño, los principiantes deberían empezar desde los clásicos y luego tratar de crear sus propios chefs-d’oeuvres.

Posted in NoticiasComments (0)

Los efectos positivos del café en la conducción

La somnolencia al volante es una de las principales causas de accidentes de tráfico. Para combatirla, muchos conductores recurren al consumo de bebidas con cafeína como el café. Un reciente estudio, realizado por la Universidad holandesa de Utrecht, se viene a sumar a las evidencias científicas previas constatando que el consumo de café es una estrategia eficaz para reducir la sensación de somnolencia en los largos viajes por carretera y mejorar la seguridad al volante. Tras una pausa de 15 minutos en la que tomaron una taza de café, los conductores demostraron más control en la velocidad y los movimientos laterales del coche, reduciendo significativamente el zigzagueo y la desviación de la mediana.

Esta investigación(1) examina los efectos de una taza de café en una tarea de conducción monótona por autopista recreada con un simulador. El estudio se realizó con 24 voluntarios sanos (12 hombres y 12 mujeres) sin privación de sueño, que condujeron durante 4 horas con una pausa de 15 minutos tras las dos primeras. Durante la pausa, a los sujetos se les dio aleatoriamente un café con el equivalente a 80 mg cafeína o un placebo consistente en un café descafeinado. En las dos horas posteriores a la pausa, los conductores que tomaron el café con cafeína redujeron significativamente el zigzagueo y la desviación de la mediana en comparación con los que tomaron el placebo. La ingesta de café se asoció también con menos variaciones en la velocidad en el transcurso de la prueba, lo que demuestra un mayor control.

El consumo de café también redujo la percepción subjetiva de somnolencia de los conductores en las dos horas posteriores a la pausa. Además, los que tomaron el café con cafeína indicaron que el esfuerzo mental requerido para ejecutar la tarea fue significativamente inferior en la tercera y la cuarta hora de la prueba y calificaron su conducción de más segura y responsable en comparación con los que tomaron el placebo.

Estas conclusiones se vienen a sumar a los numerosos estudios previos que han evidenciado efectos positivos de la cafeína en el estado de ánimo y el rendimiento, tanto físico como mental. “La cafeína ha demostrado beneficios en el estado de alerta y la ejecución de tareas de atención sostenida, tiempo de reacción y velocidad de respuesta, todas ellas implicadas en la conducción de vehículos”, señala Rafael Franco, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona y miembro del Comité Científico del Café.

Diferentes trabajos han constatado que el café reduce la sensación de somnolencia al volante, tanto en tareas simuladas como en situaciones reales. Un estudio de 2006, realizado por Philip et al. en condiciones reales de conducción nocturna en una autopista durante 200 km, concluyó que el 75% de los conductores que tomaron una taza de café con 200 mg de cafeína no cometieron errores -se midieron por el cruce de la línea mediana entre carriles-, frente al 66% de los que durmieron una siesta de 30 minutos y el 13% de los que tomaron un café descafeinado.

La mayoría de estos estudios se realizaron con sujetos en circunstancias de privación de sueño y con dosis de entre 100-300 mg de cafeína. Sin embargo, esta investigación de la Universidad de Utrecht recrea situaciones más reales y comunes a todos los conductores, ya que analiza los efectos de una sola taza de café en sujetos con un descanso adecuado que realizan un viaje de 4 horas de duración con una pausa de 15 minutos.

(1)Mets, MAJ., Baas D., van Boven I., Olivier B., Verster JC. (2012). Effects of coffee on driving performance during prolonged simulated highway driving. Utrecht Institute for Pharmaceutical Sciences, Utrecht University.

Posted in NoticiasComentarios desactivados en Los efectos positivos del café en la conducción

Medicina de espíritu

La atención que médicos árabes dedican al café evidencia que la bebida se había extendido por la civilización musulmana ya antes del siglo IX y que fueron las peregrinaciones mahometanas las que contribuyeron a difundir su consumo en Oriente próximo. Extrañamente no llegó a Al-Andalus, pues no hay ninguna alusión en los escritos de los médicos y estudiosos andalusíes.

Los primeros cafés -tienda y lugar de degustación- aparecen a finales del siglo XIV en La Meca. Esto supone un nuevo concepto de reunión social, ya que a la satisfacción que implica tener una bebida estimulante se añade el gusto por la tertulia, el intercambio de noticias y el encuentro entre personas desconocidas. Los peregrinos que acudían a La Meca enseguida se aficionaron a este inocente placer y comenzaron a descuidar sus deberes religiosos. Esto provocó que un gobernador déspota y ambicioso proclamara que beber café contravenía los mandamientos del Corán y dictara su prohibición. Los disturbios no tardaron en llegar y en El Cairo se reunió un consejo de sabios y teólogos que desautorizaron al gobernador y proclamaron que ninguna disposición coránica prohibía el consumo de tan reconfortante bebida. Nacían así los cafés como un espacio en que se unían la libertad de pensamiento y el placer gastronómico. En El Cairo la primera cafetería de la que hay testimonios escritos se abrió en 1510, pero hay historiadores que hablan de “casas de café” a mitad del siglo XV. La moda del café pasó de Egipto a la antigua Constantinopla bizantina, convertida en 1453 en la turca Estambul. El “oro pardo” se convirtió en la bebida oficial del imperio otomano, aunque su consumo fue prohibido en numerosas ocasiones. El esplendor de los cafés turcos donde se ofrecían actuaciones y entretenimientos a mediados del siglo XVI quedó recogido en los cuadernos de viaje de un aventurero francés llamado Thévenot: “Son lugares a los que pueden entrar toda clase de personas, sin distinción de religiones ni de rango social. No da la menor vergüenza penetrar en ellos o quedarse en la puerta para ver pasar a los viandantes. En estos kahvehanés hay violinistas, flautistas y otros músicos que con su arte atraen a la clientela”. De la importancia que el café alcanzó en la sociedad turca da idea el hecho de que negar el café a la esposa fuera motivo de divorcio, pues los hombres prometían a sus mujeres que nunca les faltaría.

A Europa el café llegó como una bebida placentera, reconfortante y estimulante, de cuya existencia apenas dejaron constancia los médicos, ya que hasta tiempos recientes se pasaron por alto sus cualidades terapéuticas, pero de la que escribieron y gozaron mucho los intelectuales.

Esto equivale a reconocerle una cierta capacidad salutífera del espíritu. Es muy curioso observar que el estudioso W.H. Uckers señala que el café ha desatado libertades y engendrado revoluciones: “Es quizá la bebida más radical, cuya función parece haber sido la de incitar al pueblo a pensar. Y cuando este pueblo comienza a pensar, este ejercicio es peligroso para los tiranos y los enemigos de la libertad”.

A Voltaire, que fue un gran bebedor de café, se le atribuye la frase “el café puede que sea un veneno, pero debe actuar de forma muy lenta porque hace 85 años que lo tomo y me siento muy bien”; afirmación cargada de ironía ya que el filósofo y escritor francés amaba la bebida hasta el punto de que el gastrónomo Brillat-Savarin se preguntaba si no habría que atribuir al café “la claridad admirable que se observaba en las obras de Voltaire”. Del mismo modo Paul Valery ve en el café el producto que le mantiene despierto y aviva su ingenio; de Voltarie escribió: “es el hombre de ingenio por excelencia; el más agudo de los humanos, el más vivo, el más despierto. Todos los demás, a su lado, parecen dormir o soñar despiertos”.

Hoy sabemos que esta percepción tiene una base científica, ya que uno de los alcaloides (compuestos orgánicos nitrogenados que se extraen de los vegetales; son principios activos de las plantas muy utilizados en medicina) del café, la cafeína, actúa sobre el sistema nervioso central. También Honorè de Balzac, que fue un cafetero ilustre, dejó constancia de cómo el café le ayudó a escribir su Comedia Humana, bebiendo más de sesenta tazas al día: “y el papel se cubre de tinta, pues la vigilia comienza y termina con torrentes de agua negra…”. Se sabe que el sibarita de Honorè era capaz de cruzar París para encontrar un café a su gusto, estando entre sus favoritas las variedades Burbon, Martinica y Moka.

Tayllerand, político e intelectual francés de la época de la Revolución, es autor de una de las más hermosas definiciones de esta bebida: “El café debe ser caliente como el infierno, negro como el diablo, puro como el ángel y dulce como el amor”; si bien hay quien sostiene que no es más que una adaptación del proverbio turco que dice “el café debe ser negro como el infierno, fuerte como la muerte, dulce como el amor”. También los poetas han cantado al café. Para José Martí era el “fuego suave sin llama que alegra todas mis venas”; Gómez de la Serna le dedicó una de sus fantasmagorías y Valle Inclán, además de glosarlo, lo bebía tan caliente que presumía de ser un faquir. En un contexto algo más frívolo, Madame Pompadour recomendaba beber “champán en la sala y café cuando estés con tu amante”.

Las alusiones al café son reiteradas en la literatura, la pintura, el cine o la fotografía, pues raro es el artista que no se ha sentido atraído por él en algún sentido. Flaubert en Diccionario de los lugares comunes escribe: “Café. Aguza el ingenio. No es bueno si no viene de El Havre. En una cena de gala se debe tomar de pie. Degustarlo sin azúcar es una actitud muy elegante que hace pensar que se ha vivido en Oriente”.

Desde el siglo XVIII, cuando en Europa se generaliza el consumo de “el vino de los árabes”, los cafés, considerados como espacio físico, se convierten en pabellones que contribuyen en cierto sentido a mantener la buena salud mental de la sociedad, favoreciendo el derecho de expresión, el diálogo y el intercambio de ideas. Gran parte de las revoluciones políticas, sociales o artísticas que impulsaron el progreso en Occidente se gestaron en los viejos y entrañables cafés europeos, desde Viena a Madrid.

Fue en la capital austriaca donde se abrió al público el primer café europeo con el nombre de Die blaue flasche; a mediados del XVIII la ciudad estaba repleta de cafés en los que se saboreaba la bebida y se leía el periódico. En París, fue un armenio de nombre Pascal quien promovió la apertura en 1672 del primer establecimiento en que se vendió café: un puesto de la feria de Saint Germain. Pero sin duda el más famoso de los cafés parisinos -aún hoy en funcionamiento- fue el Procope, abierto por Francesco Procopio, siciliano de origen y mozo de Pascal. En el siglo XVIII había censados unos 800 cafés en la ciudad de la luz. Las tabernas fueron siendo desplazadas por el éxito de los cafés en Italia, Alemania y Portugal, donde el café procedía de Brasil y era barato.

Posted in NoticiasComentarios desactivados en Medicina de espíritu

Marino Petracco desvela las razones del éxito del café.

El miércoles 25 de enero, se presentaba en Madrid Fusión la conferencia “La mágica química del café en la taza y en la boca” ofrecida por Marino Petracco, uno de los más importantes expertos del café a nivel internacional e introducida por el chef Josean Alija, quién destacó la importancia del momento de la sobremesa donde el café adquiere un papel protagonista.

Petracco introdujo la ponencia ilustrando en un mapa el viaje del café, desde su origen en Etiopía, expandiéndose rápidamente por todo el mundo y convirtiéndose en un símbolo en nuestra sociedad.

El experto desveló el éxito de esta bebida, que forma ya parte de nuestra cultura, con dos simples respuestas: Por la cafeína y por el Placer.

La cafeína es descrita por Marino Petracco como la gasolina de nuestro celebro. Es la sustancia estimulante más utilizada en todo el mundo, tanto que para muchos consumidores se ha convertido en una necesidad diaria.

El placer que nos aporta el café satisface nuestros cinco sentidos. Empezando por la vista, nuestro sentido más desarrollado, en el que más confiamos, que nos muestra el color avellana de la crema del café, principal indicador de la calidad del mismo. El oído es el segundo sentido más sofisticado del que gozamos los humanos, pero en el caso del café, no adquiere un papel relevante. Es el olor el que entra en escena, activando nuestro deseo. Y es en este momento donde Marino Petracco desvela una de las verdades menos conocidas sobre esta bebida: El café no tiene sabor.

Cómo reconocemos un gusto que no existe? A través de los aromas. Hasta día de hoy los científicos dedicados a la ciencia del café han descubierto más de 1500 compuestos químicos aromáticos, que percibidos por el cerebro, son reconocidos, conectados y entendidos como el sabor del café.

El tacto reconoce la textura y el cuerpo del café en la boca. Una sensación de viscosidad que permanece en nuestro paladar durante media hora, ya que el espresso está compuesto de micro gotas de aceite, otra curiosidad desvelada por Petracco durante la ponencia.

El oído queda en un segundo plano, como sentido satélite que acompaña el momento del café. El sonido de las cucharas contra la porcelana de las tacitas o el ruido de la máquina de café, complementan el momento de disfrute del café.

Marino Petracco también habló de las diferentes especies de la planta del café, la Coffea, que de las cuales las más conocidas y comercializadas son la variedad Robusta y la variedad Arabica, siendo ésta última la más preciada por su calidad y utilizada en la mezcla de illycaffè.

Marino Petracco, reconocido ingeniero químico especializado en la ciencia del café, fue Presidente de la Comisión Europea para los estudios sobre los efectos fisiológicos del café, y en los últimos 25 años ha dedicado su carrera a la investigación científica del café para illy.

Posted in NoticiasComentarios desactivados en Marino Petracco desvela las razones del éxito del café.

Día del Café – Barcelona 2019



Qhacer? Qhacer?

Aroma de Café es una iniciativa promovida por la Asociación Española del Café (AECafé), antigua Federación Española del Café (FEC), en donde la gastronomía y el café caminan de la mano. Nuestro objetivo es difundir información actual sobre el café en el mundo gourmet y de la cocina.

En Aroma de Café, además queremos contribuir como espacio de encuentro para profesionales de la hostelería o baristas, y ,en general, para cualquier persona u organismo que esté interesado en promover y difundir la cultura del café.