Tipos de Cafeteras

En 1802, el farmacéutico francés, François Antoine Descroisilles, tuvo una genial idea. Unió dos recipientes metálicos y en medio, una chapa con agujeros a modo de colador. Introdujo agua y café molido en el recipiente metálico inferior y puso el invento en el fuego. Cuando el agua llegó a ebullición, subió al recipiente de arriba. Y voilá, había nacido la primera cafetera en casa que se patentó con el nombre de “Caféolette”.

No fue hasta 1873 cuando Estados Unidos patentó su primera cafetera. Consistía en un cilindro con un filtro en el interior que presionaba los posos del café. Pero el invento no tuvo todo el éxito que se esperaba de él porque el filtro, a veces, no encajaba bien con el cilindro. Lo que provocaba que el consumidor tuviera que colar la infusión para eliminar los posos.

El avance definitivo se hizo esperar hasta principios del siglo XX. En 1907, la ama de casa alemana Melitta Benz decidió tomar de base el invento primitivo y poner entre los dos recipientes metálicos, en vez de una chapa con agujeros, un paño poroso de lana. Consiguió un café sin posos, pero había un problema. Con el uso, el paño se deterioraba mucho. Esa deficiencia le sirvió para plantear una alternativa que pasaba por sustituir el paño por papel poroso de usar y tirar. Y problema resulto.

Apenas 30 años más tarde, en 1940, el químico alemán Peter Schlunbohm ideó la cafetera Chemex, considerada una de las mejores cafeteras de filtro de todos los tiempos y un modelo de diseño excepcional. Utilizó vidrio pirex, muy resistente al calor, para crear una cafetera con forma de reloj de arena. En la mitad de la cafetera, por la parte más estrecha, colocó un collar de madera pulida revestido con cuero que sirvió como mango para servir el café. Una perfecta fusión entre lo práctico y lo estético.

Actualmente la cafetera Chemex de Schlunbohm está expuesta en la colección permanente del museo MOMA de Nueva York. Además, fue seleccionada por el Instituto de Tecnología de Illinois como uno de los 100 mejores productos de diseño de los últimos tiempos.

El modo de preparación del café está condicionado por el tipo de cafetera. Los principales tipos son:

  • Cafetera de filtro:Este sistema proporciona un café muy suave y ligero. La primera cafetera de filtro auténtica, con filtro de metal incorporado, la inventó Benjamin Thompson, de origen estadounidense, en 1806.El recipiente o cafetera puede ser de metal, porcelana o cerámica.Consta de dos cuerpos. En el superior tiene un filtro de papel o tela y es donde se coloca el café molido. Luego se vierte el agua caliente y, por gravedad, va cayendo en el recipiente inferior, transformado ya en café. Requiere un café con un suave tostado de color claro y molido medio. Se necesita entre 8 y 10 gramos taza.

 

  • Cafetera moka, de rosca o italiana: Ofrece un café fuerte, de mucho cuerpo y aromático. El italiano Alfonso Bialetti fue quién en 1933 patentó el primer modelo que el mismo comenzó a comercializar bajo en nombre de Moka Expreso con su empresa Bialetti Industrie. La cafetera consta de dos cuerpos metálicos que se enroscan en la parte central donde se sitúa el café molido y el filtro. En la zona inferior, el agua hierve y se transforma en vapor que pasa a través del café contenido en el filtro de la parte media. Dicho vapor arrastra toda la sustancia del café, y se depositará ya convertido en bebida de café en la parte superior.
    Requiere café tostado mediano a oscuro y molido medio. Entre 7 y 10 gramos por taza.
  • Cafetera de émbolo: Es una de las mejores maneras de hacer café en el hogar. Su origen es bastante incierto. Franceses e italianos se han disputado el reconocimiento del invento. Sin embargo, parece que son los franceses los que se han alzado con la victoria tras comprobarse que ya en 1850 esta cafetera era bastante popular en el país galo. Generalmente es de cristal y permite observar bien todo el proceso. La cafetera es un cilindro que contiene agua hirviendo a la que se añade el café molido. Encima se introduce un filtro del mismo diámetro que la cafetera y se deja reposar la mezcla durante tres minutos. Al empujar el filtro hacia abajo, el líquido pasa a la parte superior y atrapa el café en el fondo. Requiere café molido medio/grueso.
  • Cafetera napolitana: Este sistema proporciona un café muy aromático y de sabor redondo. Café de filtro lento y muy consistente. No se sabe con exactitud quién diseñó por primera vez esta cafetera, pero todo apunta a que fue un invento francés. Existen pruebas escritas de instrucciones de cómo utilizar la cafetera que se remontan a 1691. Se trata de una cafetera con dos cuerpos separados por un doble filtro. El recipiente de la parte baja contiene el agua. Al iniciarse la ebullición, se da la vuelta a la cafetera con lo que el agua cae a través del filtro que contiene el café. Requiere café tostado mediano a oscuro y molido medio. Entre 7 y 10 gramos por taza.
  • Cafetera cona: Produce un café muy aromático y sabroso, aunque es un sistema algo complicado y aparatoso. La cafetera de vacio fue inventada en los años 1930 por Loeff de Berlin. Una década más tarde, en 1940, el escocés Robert Napier presentó un diseño que denominó como The Napier Vacuum Machine (La máquina de vacío de Napier) y que adquirió cierta popularidad. Cona fue uno de los fabricantes de cafeteras  de vacío más conocido del siglo XX, de ahí  su apodo. Consta de dos partes: la inferior tiene forma de balón, es de cristal y es donde se coloca el agua. Cuando llega a ebullición, sube hacia la parte superior donde está el café. Cuando se estabiliza, la cafetera se retira del fuego y el café entra en el balón inferior mediante un sifón o tubo cilíndrico que se comunica con la parte inferior.
  • Cafetera exprés: Se extrae un café oscuro, muy aromático, denso y con una uniforme capa de crema (o espuma) color avellana en la parte superior. El nacimiento de esta cafetera se remonta a 1901 cuando el milanés Luis Bezzera presentó el primer diseño. Pero no fue hasta 1945 cuando aparecieron las primeras máquinas de café expresso con palanca manual o de pistón. Se trata de un café que se ha extraído a gran velocidad (20-30 segundos), a una temperatura de entre 96 y 98ºC, y alta presión (8-10 atmósferas). Existen diversos, y cada vez más sofisticados, modelos de cafetera exprés, un invento italiano del siglo XX que ha contribuido de forma muy importante a la difusión del café. Es la cafetera más empelada en la actualidad y todos los modelos se basan en el mismo proceso: una caldera proporciona la fuente de calor necesaria para que el agua que sale de la cafetera y con la que se prepara el café salga a la temperatura y presión adecuadas. Requiere un café con una molienda muy fina. Se necesitan 7-8 gramos por taza.
  • Cafetera turca-ibrik: Café muy concentrado y consistente pero poco aromático. Cafetera muy utilizada en Oriente Medio y es considerada como la madre de todas las cafeteras conocidas. Se le atribuye su creación a los turcos. La cafetera o recipiente para preparar un café turco se llama ibrik. Es de cobre o latón, de forma similar a un jarrón, más ancho por abajo que por arriba y con un asa para servir el café. Además del agua fría y el café se añade azúcar. Se pone el ibrik al fuego y se retira justo cuando empieza a hervir. Esta operación se repite tres veces. Después se deja reposar uno o dos minutos para que los posos caigan al fondo del recipiente y se sirve, sin colar, añadiendo unas gotas de agua fría. Requiere un café molido casi en polvo. Unos 5 gramos por taza.
  • Cafetera de puchero: Es una de las formas más antiguas y tradicionales de preparar el café. Se utiliza un puchero de barro, hierro esmaltado, acero inoxidable o cualquier material que no transmita su propio sabor al café. Por cada taza se echa en el puchero un cazo de agua, más uno de propina. Cuando el agua hierve se retira del fuego, pasados tres minutos se echa el café. Tras tres minutos más de reposo, se sirve colándolo con una manga de fieltro. Requiere una cucharada de café molido grueso por taza.

Día del Café – Barcelona 2019



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