El café se ha convertido en una bebida popular que casi no necesita presentación especial o promoción adicional. Este es una parte indisoluble de la actual sociedad humana y en la actividad vital de cada día.
El café se sirve tanto en nuestras casas y como fuera de ellas. Existen las siguientes nociones en el mundo del café: los cafés y las cafeterías. Estos lugares son elegidos para reuniones amigables. Seguro que todo el mundo visitó este tipo de locales más de una vez en la vida, simplemente porque proporciona un ambiente acogedor y una taza de café caliente. Aquí puedes pedir no sólo una taza de su café preferido, sino también diversos tipos de pasteles y dulces diferentes que pueden ser preparados con café. Estos lugares pueden servir como un medio de relajación en el que puede sentarse solo a disfrutar de una aromática taza de café o charlar con un amigo que no has visto en mucho tiempo e incluso como un lugar donde usted puede perder parte de la mañana, para luego ir corriendo a trabajar.
Otro aspecto social del café es ampliamente mostrado en los medios de comunicación. Todos los días vemos varios programas de TV, películas, etc, donde el café se anuncia como una parte esencial de nuestra vida. No nos extraña que cada personaje de película o showman que se precie se muestra con una taza de café, espresso o capuchino en su su mano. Esto nos indica que tomar un café se ha convertido en una especie de ritual cotidiano. Es natural que las personas comienzen a consumir café y este procedimiento se convierta en un hábito regular.
La literatura es otra esfera social que no ha estado alejada del café. Los escritores clásicos y modernos a menudo mencionan el café en sus obras. Honoré de Balzac ha escrito incluso un artículo entero «Los placeres y los dolores de café», dedicado al café. El famoso escritor no es el único literato que ha elogiado o denostado el café. No pocos autores, del pasado y contemporáneos han sentido la necesidad de expresar sus sentimientos acerca de esta bebida mágica, recordemos «La Colmena» de Camilo Jose Cela, que tiene como marco un «cafe» de postguerra.
El café es considerado como bebida beneficiosa, ya que posee cualidades estimulantes y se considera que no tiene efectos negativos sobre la mente humana. Hacer pausas para el café en la oficina se ha convertido en una regla de oro y una buena tradición entre los trabajadores. Sentados en un ambiente relajado, hablando el uno con el otro, haciendo algunas bromas, detalles estos que siempre estarán acompañados por un café. Esta bebida maravillosa que nos hace más amables y comunicativos, nos permite ponernos en contacto con otras personas. Así que, desde cualquier punto de vista, el café es un remedio de interacción entre las personas, una forma de hacer amigos. Por lo tanto el consumo de café tiene un gran mensaje de fondo, beber no sólo por el placer y el fin de obtener más energía, sino también para hacer en buen equipo, llevando una conversación relajada y distendida. Se trata de la sociedad de beber café, así que no lo dude, vaya usted a por una taza de café ahora mismo.